domingo, 22 de diciembre de 2013

Estación 19: Burgio

Ubicación
9
Ambiente
8,5
Atención
9
Calidad
8
Precio
8
LO MEJOR
EN UN BARRIO ESCENCIALMENTE COQUETO, UN REDUCTO DE TRADICIÓN DE ANTAÑO...
LO PEOR
NO SOMOS DUQUES, PERO LOS BAÑOS...MMM....

Y ahora que vieron el resumen...
No se pierdan esta crónica, desde el barrio de Belgrano, caserón de tejas. ¿Te acordás hermano?:

Miércoles 11-diciembre, 9:30 PM - Belgrano.

(1) Con la llegada de un nuevo verano y con el fin de un año plenamente pizzero, La Caravana despidió el 2013 en una de las más tradicionales, antiquísimas pizzerías de nuestro Buenos Aires querido.
Pocos saben que la arteria donde hoy se ubica Burgio, la tan conocida Avenida Cabildo, originariamente se llamó Av. 25 de Mayo, en aquellos comienzos del Barrio de Belgrano, allá por el año 1855. E inclusive a muy pocas cuadras de allí, el antiguo y actual Museo Sarmiento funcionó como casa de Gobierno, durante algunos días de la presidencia de Avellaneda. >>>



(3) Burgio se caracteriza por la pizza al molde, porteñamente conocida, y suma unas excelentes empanadas fritas que son bien recibidas en los habituales platos metálicos, indestructibles y tradicionales de las pizzerias de este estilo.
Nuestra propia historia del mes de Diciembre nos llevó hasta Cabildo y 
Monroe, para traer a nuestras memorias el cumpleaños de un amigo que llevaremos siempre en nuestras mesas, en nuestras anécdotas y en nuestros corazones.
Y qué mejor que volver a nuestros pagos, en un lugar que fue refugio de infinidad de encuentros.
Para nosotros, como para muchos vecinos de la zona, Burgio siempre fue un mediodía después de clases, una tarde de compras, una noche en la previa de una salida, o un día cualquiera, volviendo hasta Cabildo para buscar un bondi, desde el Monumental, después de un recital o algún partido, hayamos sido locales o visitantes. >>>


 (5)  Con la muy buena onda del mozo, y la previa foto para la posteridad, el tesoro no se hizo esperar. En pocos minutos estábamos degustando una muy buena fugazzetta rellena (de las mejores) y una meritoria jamón con morrones.
Brindis por los amigos, y una masa que fue contundente con nosotros.
La muy buena calidad de los ingredientes y la excelente cocción subieron al podio a la fugazzeta rellena y la de jamón y morrones tuvo que aplaudir desde la tribuna, como otras tantas que hemos probado. En la columna del debe, la de muzza sola dejo qué desear, sin mucho queso ni mucha magia.
El salón es amplio, poco bullicioso y climatizado, algo que suma en estos días donde el calor aprieta. Y para los más adeptos a ver el paso de los transeúntes, sus mesitas de afuera suman público en esta porción del año donde todavía se puede disfrutar de la calidez de la noche.>>> 







(2) La historia nos remonta a una pizzería con más de 85 años de trayectoria, que día tras día es visitada por el incansable paso de transeúntes que vienen y van por aquellas
amplias y concurridas veredas.
Cabildo, ese gran shopping al aire libre, donde los negocios se aglutinan uno al lado de otro, es el escenario perfecto para las ordas de miles de personas que pasan por una puerta casi inadvertida, de una pizzería del año 1928.
Pocos son los que nos pueden describir como era originariamente su fachada y su amplio salón estilo chorizo, ya que actualmente se encuentra ayornada a los años 70, con un look "vintage¨, digno de la envidia de cualquier local hecho a nuevo en Palermo Hollywood. Sus paredes revestidas de azulejos venecitas multicolores, dan un clima ideal para la porción al paso, en cualquier horario. 
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(Hagan click en la foto para ver y oler de cerca)

(4) Siempre bajo esa antigua vitrina y ese mostrador decorado con azulejos 
eternos, te esperan unas porciones de muzza para comer al paso y seguir tu camino.
Como La Caravana da para largo y nos gusta extendernos en nuestras cenas, obviamente nos sentamos en su amplio salón a la espera de la tan ansiada redonda.
Arrancamos con mitad fugazzetta rellena y mitad jamón y morrones, al molde como en otras tantas, pero con la posibilidad de pedir una pizza rellena y otra no: ¡Una al lado de otra! Algo poco usual.
Para acompañar, como siempre Moscato y Fainas para todos. A esta altura sería un crimen no recurrir a ellos.
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(6) El desfile de comensales en la barra continúa hasta altas horas de la noche, pero nosotros ya cumplimos.
Celebramos la vuelta a la calidad de esta querida pizzería, luego de algunos años donde parecía haber perdido el rumbo de gloria que supo conseguir.

Nos despedimos de la última estación del año, proyectando un 2014 con muchas más visitas, más novedades y más sorpresas para nuestros fans.


¡Felices Pizzeras Fiestas!
 


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¡Hasta la próxima Estación, amigos! La Número 20!!

¿Y a dónde va a ser, 
viejo???



viernes, 13 de diciembre de 2013

Estación 18: Los Campeones

Ubicación
9
Ambiente
9
Atención
9
Calidad
9
Precio
9
LO MEJOR
LLEVA PRECIO, LLEVA CALIDAD. TODO PAREJITO...
LO PEOR
SI NOS PONEMOS MUY "PACHANOS", UNA DE LAS PIZZAS VINO MEDIO TIBIA.

Y ahora que vieron el resumen...
No se pierdan esta crónica, de una pizzería matadora que nació en Barracas...:

Jueves 21-noviembre, 9:30 PM - Barracas.

(1) Todo comenzó allá por el siglo XVIII cuando a los márgenes del riachuelo empezaron a instalarse las primeras Barracas, que eran depósitos y almacenes de carne, cuero e inclusive de esclavos.
Por sus puentes pasaron las famosas invasiones inglesas y a través del tiempo el barrio se convirtió en residencia obligada de los altos magnates de la época, hasta finales del siglo XIX cuando la temible fiebre amarilla obligó a la aristocracia a escapar al norte de la ciudad, dejando sus enormes mansiones en el medio de una variada escenografía coloquial.
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(3) Ya ambientados en esa escena, nos asombramos con la excesiva prolijidad y limpieza del salón, que este día jueves por la noche estaba atestado de gente.
Los Campeones son nada más, ni nada menos, que las grandes glorias de nuestros deportes, especialmente el fútbol. Es por ello que en prácticamente todas sus paredes, cuelgan infinidad de cuadros del deporte rey.
La pizza se caracteriza, como tantas otras del rubro, por presentarse al molde o a la piedra, con majestuoso horno a leña.. >>>


 (5)  Esta vez eramos 4 -una baja por los inicios de la paternidad siempre es entendible- así que con lo que pedimos fue más que suficiente.
Como siempre, hablamos con el encargado del local para contarle sobre nuestra historia y nos comentaba el auge que está teniendo en este momento el barrio y el gran crecimiento comercial e industrial de la zona, lo que se ve reflejado en la cantidad de personas que visitan día a día esta pizzería caracterizada por su pulcritud y excepcional orden, algo que no abunda en este rubro.
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(2) Y hacia esos pagos de arrabal y tradiciones se dirigió esta vez La Caravana en su Estación nº 18, para visitar una pizzeria que data del año 1954 y que es el epicentro de un barrio 
con tanta historia como nuestra pizza.
Sobre la Av. Montes de Oca, arteria neurálgica de la zona, se encuentra Los Campeones, con fachada y aires de clásico cafetín porteño, donde el chiquilín mira de afuera, con la ñata contra el vidrio.
A 5 minutos del obelisco, Barracas a través del tiempo sufrió muchisimos cambios y así se divide en prácticamente 2 barrios, a un lado y otro de la autopista. Hoy, es uno de los lugares más cotizados y requeridos, debido a su fácil acceso al centro porteño y al ostentoso Puerto del Doctor Madero. 
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(Hagan click en la foto para ver y oler de cerca)

(4) Arrancamos con la clásica catación de fugazzetta completa rellena -esta vez incluía tomate- faina para varios y una jarra de Moscato, para no perder la costumbre.
Fugazzetta en cuadrados, al corte con buen sabor pero faltaba temperatura. El moscato, fuerte como nos gusta. Entre charla y charla nos fuimos al plato principal, con una calabresa con morrones, al molde.
No sólo que no nos defraudó en lo absoluto, sino que nos costó llegar a ver el fondo de pizzera. 
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(6) No estábamos para postres, apenas un café para sacar la modorra del moscato y después llegó la cuenta, 
que no asustó para nada. Al contrario, nos asombramos por los muy buenos precios y la atención del lugar. 

Desde el sur de ciudad y ya con los primeros calores del verano que se acerca, nos volvemos regocijados de haber pasado una excelente velada, en una pizzería con Historia e Identidad Bien Porteña! 


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¡Hasta la próxima Estación, amigos! La Número 19!!

¿Y a dónde va a ser, 
viejo???



martes, 5 de noviembre de 2013

Estación 17: La Americana

Ubicación
9
Ambiente
9
Atención
6
Calidad
9,5
Precio
8
LO MEJOR
Gran calidad, igualitariamente repartida entre pizzas y empanadas.
LO PEOR
Su salón siempre lleno conspira un poco contra la calidez en la atención...

Y ahora que vieron el resumen...
No se pierdan esta crónica pizzera, a metros del Congreso, en una pizzería que siempre tiene quorum...:

Jueves 17-octubre, 9:30 PM - Balvanera.

(1) La Caravana de la Pizza al Congreso!!....
Podría anunciar algún afiche partidario en estos días electorales;
ya anticipándonos a estos merecidos 30 años de Democracia, y en visperas de unas nuevas elecciones,
La Caravana fue a ocupar 4 bancas a metros del honorable Congreso de la Nación, en la clásica Pizzería La Americana. >>>



(3) Pero como dato de color y quizás tirando por la borda nuestras 
tradiciones pizzeras, esta clásica pizzería de pleno corazón citadino, tuvo sus orígenes de la mano de la Empanada (prima hermana de nuestra querida pizza), allá por el año 35, y durante 15 años se dedicó
pura y exclusivamente a ella, gracias a lo cual ganó la condecoracion de ¨La Reina de la Empanada¨.
Pero los tiempos cambiaron y hacia mediados de siglo, aggiornándose a 
aquel presente, La Americana comenzó a elaborar pizzas, tortones y postres, los que hicieron sumar aún más público a este ya concurrido punto de encuentro de políticos, artistas, deportistas y turistas extranjeros. >>>


 (5)  Los sabores son muchos y diferentes, e inclusive con las 2 alternativas de cocción, horno o soufflé (fritas), lo que hace difícil su elección porque uno quisiera devorarse todos los gustos en todas las versiones, pero así no hay bolsillo ni estómago que aguante.
En el caso de las pizzas también nos sorprende con la posibilidad de elegir a la piedra o al molde en cualquiera de sus gustos, ya que así como existen fanáticos partidarios y futboleros, existen los acérrimos fanáticos de la piedra y del molde.
Entonces así en La Americana conviven políticos de izquierda y de 
derecha, liberales y progresistas, y fanáticos de la muzzarella, en sus 2 presentaciones más reconocidas.
Nuestro pedido fue concreto y sin dubitaciones: Empanadas criollas, alguna picante, y las clásicas con queso, cebolla y jamón.
Como plato fuerte, una grande de la casa con tutti: morrones, jamón, 
anchoas, huevo, y muchos "etc.",
y al molde como para quedar bien pipones.
El sabor realmente asombró, hasta podriamos decir que el más crítico 
del grupo, nuestro Pachano, subió al podio a la Americana como sus preferidas, algo que va a ser difícil de igualar. O tal vez sólo estaba de muy buen humor. Los críticos gourmet son impredecibles, ¿vio?
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(2) Donde los diputados se comen de dorapa una porción de muzza o algún 
Senador se clava un par de empanadas soufflé acompañadas con un pingüino de moscato, tratando de pasar desapercibido entre los comensales.
En la esquina de la Av. Callao y Bartolomé Mitre, La Caravana se juntó una vez más para deleitarse con los sabores de una buena pizza bien porteña.
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(Hagan click en la foto para ver y oler de cerca)

(4) En esta estación 17 (o si prefieren, 16+1) como siempre nos allegamos cada uno de diferentes puntos de la ciudad y en diferentes medios de transporte, pero nuestra lealtad a la muzzarella supera cualquier superstición numérica.
La Americana consta de un gran local, repartido en 2 amplios sectores, 
donde uno puede pedir al paso porciones de parado o sentarse en su salón bastante bullicioso para mirar por sus amplios ventanales el aglutinado tránsito de una zona tan concurrida como el barrio de Congreso, nombre que no aparece en ningún mapa ya que en realidad lleva el nombre oficial de Balvanera.
Como ya les contamos, las empanadas comparten cartel de estrellas con la pizza, y con eso arrancamos la cena
ya que no podíamos realizar esta visita sin conocer el tan mentado producto que hizo famosa a esta esquina porteña.
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(6) En esta zona tan politizada de la capital y a días de una elección, la cena fue de calientes charlas políticas,
donde nunca falta la realidad cotidiana y los chistes entre amigos. como dijo alguna vez un filósofo pizzero, la pizza se comparte y la amistad no se corta.
Quedamos muy satisfechos, pero había lugar para postre con café y flan 
mixto con dulce de leche repostero. Para los que lo saborearon fue contundente.

Nos despedimos de la Americana y su excelente calidad gastronómica, lo que sin duda la llevarán a muchos años más de mandato pizzero.


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¡Hasta la próxima Estación, amigos! La Número 18!!

¿Y a dónde va a ser, 
viejo???



martes, 24 de septiembre de 2013

Estación 16: San Antonio

Ubicación
8
Ambiente
8
Atención
10
Calidad
8,5
Precio
8
LO MEJOR
La simpleza de una buena pizza, contundente como el 2x4.
LO PEOR
En una esquina tan tanguera uno esperaría más cuadros alusivos vistiendo las paredes...

Y ahora que vieron el resumen...
No se pierdan esta crónica pizzera, en una de las esquinas más tangueras y muzzareleras de Baires...:

Jueves 12-septiembre, 9:30 PM - Boedo.

(1) San Juan y Boedo antiguo, y todo el cielo, Pompeya y más allá la inundación....
Seguramente para nuestros más jóvenes seguidores estas son sólo palabras hiladas y desconocidas, pero para muchos, que ya peinan algunas canas como nosotros, traen a la memoria las primeras estrofas del tango Sur de 1948, escrito por Homero Manzi y Anibal Troilo.
(Flojos musicos, no?)
Este tango, mundialmente famoso y uno de los más reconocidos en nuestra tierra, pinta de cuerpo y alma aquellos entrañables años de arrabal. >>>



(3) La noche estaba lluviosa y destemplada, pero como siempre salimos todos los integrantes de las diferentes puntas de la ciudad para juntarnos a la hora señalada en la esquina de Av. Garay y Boedo.
Debemos mencionar que a pesar del complicado tránsito de la city porteña,
llegar desde cualquier punto a la Pizzeria San Antonio, por lo menos por la noche, es relativamente rápido, ya que las avenidas brindan un buen acceso, si los semaforos te lo permiten, y si sabés combinar las líneas de subte deberías llegar al destino indicado.
Ya estábamos todos juntos, una vez más, en la estación nro. 16, en pleno 
barrio de Boedo, tierra azulgrana, donde hace apenas algunos años y a pocas cuadras se hallaba el Gasómetro, mítico estadio Cuervo, hoy devenido en supermercado.
Los colegas odontológicos, Diego y Fede, llegaron primeros para sentarse 
y seguir hablando de implantes y pacientes. Diego y Maxi, llegaron después para sumarse al banquete, y por último Pablito, el padre primerizo (los que son padres entienden por qué), llegó bajo la lluvia,
Para que no crean que todos somos burgueses. >>>


 (5)  Los mozos de antes no sabrán sacar fotos con las novedosas camaras digitales, pero no se le escapan esos pequeños detalles. Se aplaude la actitud.
De la bomba no quedó nada pero, satisfechos, ya no podíamos seguir con másasí que para bajar tanta masa, fuimos a los postres de la casa.
Flan Completo y Torta de Mousse, ambos bien completos. Ah, cierto, ¿queríamos bajar lo que habíamos comido, no?
La atención es excelente y el clima bien barrial. Por ser un jueves de lluvia, el local estaba atestado en sus 2 plantas. Si es fin de semana vayan con tiempo para conseguir una mesa porque cotizan en Bolsa. >>> 






(2) Y si comenzamos hablando de Tango, que barrio más tanguero podríamos mencionar en la Capital Federal que no sea el barrio de Boedo. 
Osea, igual de tanguero puede ser (¡La Boca, Pompeya y demás, no nos coman la yugular!) pero más lo dudamos.
Allá en el sur, donde aún en alguna antigua casona se escuchan los ecos de un viejo 
bandoneón.
Y hacia esa tierras de milonga y arrabal se encaminó esta vez la Caravana, para probar una pizza que nos habían recomendado desde hace tiempo
y que tiene la mejor de la publicidades: el boca a boca..
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(Hagan click en la foto para ver y oler de cerca)

(4) El lugar es una típica pizzería de barrio que data de mediados de la 
década del 50, y se mantiene con las mismas características de la época.
Amplio mostrador en L y el salon que da a la esquina con una típica puerta vaivén.
Hoy nos acompaña un buen Led de 32 pulgadas, aunque imaginamos que por 
aquellas épocas sonaba de fondo una vieja radio a transistores.
Y vamos a la pizza que para eso vinimos...
De arranque y de una, faina para todos y porciones de fugazzeta rellena,
que viene al corte y cuadradas. Y como plato fuerte y grande de la casa, la 
autodenominada San Antonio.
¡Completísima, con todo!
Muzzarella, tomate, morrones, jamón, longaniza, huevo, aceitunas verdes 
y negras. ¡Una literal arma química!
... y un pequeño detalle casi sutil, aunque muy importante...
Para no generar discordia en una mesa tan amena como la nuestra, la pizza estaba cortada en 10 porciones, osea 2 para cada uno, así nadie se quedaba sin repetir.
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(6) Los precios son ajustados sin doler demasiado y son la combinación 
perfecta con un muy buen producto.
Afuera sigue lloviznando, pero tenemos que volver a nuestros pagos desde el sur de la Capital, donde en aquella esquina arrabalera nos bendice San Antonio con su sabor.


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¡Hasta la próxima Estación, amigos! La Número 17!!

¿Y a dónde va a ser, 
viejo???