jueves, 3 de julio de 2014

Estación 29: El Palacio de la Pizza

Ubicación
9
Ambiente
7
Atención
8
Calidad
9
Precio
6
LO MEJOR
LA ABUNDANCIA DE MUZZARELLA EN CADA PIZZA COTIZA ALTO.
LO PEOR
LOS PRECIOS TAMBIÉN COTIZAN ALTO...

Y ahora que vieron el resumen...
No se pierdan esta crónica, desde las luces de Corrientes, un Palacio con fama y trayectoria:

Jueves 26-junio, 2014, 9:00 PM - Centro.

(1) En pleno clima mundialista, con Argentina ya clasificada para Octavos de Final y con una térmica de 10º, la Caravana vuelve una vez más a la Av. Corrientes en la última de la pizzerías que nos quedaba por visitar en ese polo gastronómico pizzero, rodeado de marquesinas teatrales y público ávido de espectáculos y la mejor pizza de Buenos Aires.
A 3 cuadras del Obelisco, frente al Teatro Astros y la primera Iglesia Metodista, se encuentra El Palacio de la Pizza, una de las más tradicionales pizzerías de nuestra ciudad, que a través del tiempo supo mantener su imagen prácticamente inalterable.>>>



(3) La imagen no esto todo y para poder opinar debemos ir a la pizza, que para eso disfrutamos tanto de esta noble tarea.
Arrancamos con una carta con precios que le pueden disparar la presión a cualquier hipertenso. La posibilidad de pizza media masa y a la piedra, con alguna pequeña diferencia monetaria para la segunda alternativa.
Para el arranque nos sacamos el frío con porciones de fugazzetta rellena, anchoas (sin muzza) y faina, preparándonos para una grande de muzzarella, media masa, que tenía las mejores referencias entre los más adeptos. Como siempre, no puede faltar una birra fría y alguna gaseosa para los abstemios. >>>



5) Tanto el sabor como la calidad de los ingredientes es indiscutible, pero hay detalles que creemos no son los más destacables en El Palacio.
Entendiendo la ubicación estratégica que posee esta pizzería, suponemos que con esos precios en cualquier otro barrio porteño no podría subsitir ante otras alternativas de calidad más accesibles para los amantes pizzeros.
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(2) Comenzando con un humilde y despojado primer salón, con algunas mesas y barras para comer parado, la pizzería se extiende en su fondo en otro salón de grandes proporciones con mesas mucho más grandes para varios comensales.
El lugar parece quedado en el tiempo y como si los años y las diferentes alternativas de diseño que reinan en la mayoría de las pizzerías aggiornadas hubiesen seguido de largo por su vereda. Paredes revestidas en madera, ventiladores antiguos y percheros al mejor estilo vagón de tren, caracterizan a un local que a los muy exquisitos les va a resultar con menos onda que una bandera de chapa.
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(Hagan click en la foto para ver y oler de cerca)

(4) La entrada fue de muy buena calidad y sabor, abundante queso y cebolla y las fainas se destacaban por el tamaño generoso y su bajo espesor.
Entre fútbol y charlas pizzeras, llegó la grande, con una descomunal dosis de muzzarella que hacía difícil servirla en los platos cuando el queso aún permanecía bien caliente. De las mejores de muzza sola que probamos.
Nos llamó la atención la falta de orégano y aceitunas, algo poco común y que clava un pequeño puñal a los exigentes de la buena pizza, donde creemos que no es posible entregar en la mesa una clásica pizza porteña sin estos dos ingredientes.
Por suerte el mozo, con muy buena atención, nos trajo un platito con orégano para agregarle.
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6) Finalizamos la visita con flan casero para todos, algunos cafés para sacar la modorra y aumentar las calorías con la helada noche que nos esperaba de vuelta.
A la hora de sumar la cuenta, el bolsillo nos miró feo, pero pudimos convencerlo que la visita había valido la pena.
Cumplimos así con una deuda histórica de La Caravana de la Pizza, que hasta ahora no había visitado este ilustre Palacio, algo largamente reclamado por nuestros fervorosos hinchas...


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¡Hasta la próxima Estación, amigos! La Número 30!!

¿Y a dónde van a ir esta vez, viejo???